Algunas personas tienen la creencia de que la imagen es mera superficialidad, la observan desde la banalidad de las marcas y de los elementos de status. Pese a ello, la imagen es la mejor manera de comunicar nuestra personalidad, ideales, creencias e incluso nuestros sentimientos, siendo Ć©sta la manera de mostrarle al mundo quienesĀ somos, asĆ como los objetivos que deseamosĀ lograr en la vida.
La imagen no tiene que ser estudiada desde los matices de la belleza, ya que Ć©sta es subjetiva, pues calificamos a algo comoĀ bonitoĀ de acuerdo con nuestras experiencias y gustos propios. MĆ”sĀ es una realidad que al encontrar un objeto equilibrado, automĆ”ticamente podrĆ”Ā ser de nuestro agrado inclinĆ”ndonosĀ a decir que es bello a nuestros ojos. Siendo asĆ la estĆ©tica la que se encarga del estudio del equilibrio armĆ³nico entre las proporciones.
Los consultores de imagen trabajamos con la naturaleza y personalidad de nuestro cliente, asĆ como con sus caracterĆsticas fĆsicas para potenciar sus atributos por medio del equilibrio estĆ©tico y asĆ lograr comunicar su objetivo de proyecciĆ³n.Ā Siendo Ć©steĀ el objetivo de la imagen.
El manejo de la imagen tiende a la superficialidad cuando se pretendeĀ clasificar y etiquetar a las personas de acuerdo a sus caracterĆsticas fĆsicas e indicarles quĆ© es lo que mĆ”s les favorece sin antes conocer su estilo de vida.
BĆ”sicamente, un estudio de imagen comienza aceptando nuestras caracterĆsticas fĆsicas y de personalidad, conociendo la meta a la que queremos llegar e identificandoĀ las personas a las que deseamosĀ dirigir nuestra comunicaciĆ³n.
Dejemos de lado la idea errĆ³nea de la imagen y la superficialidad. Todos tenemos una imagen, ya sea producida o no, asĆ que veamos a la Imagen Personal como la mejor forma de expresiĆ³n de nuestra individualidad.